El Excmo. Cabildo Catedral y la Asociación de Amigos de las Catedrales de Jaén y Baeza, presentaron el pasado 25 de octubre en la Sacristía de este templo, la RESTAURACIÓN del ESCUDO DE LA CATEDRAL GIENNENSE que ha sido sometido a un exhaustivo proceso de restauración a cargo de D. Nestor Prieto Jiménez, llevado a cabo bajo los criterios actuales de reversibilidad, inocuidad y diferenciación con respecto a los materiales constitutivos de la obra. En dicho acto, se impartió la CONFERENCIA: “El Escudo de la Catedral de Jaén”, a cargo del Ilmo. Sr. Dr. D. Francisco Juan Martínez Rojas, Deán de la S. I. Catedral. La obra que presenta las armas de la Catedral, donde la Virgen con el Niño se eleva triunfante sobre el dragón y una ciudad amurallada, reflejo de la Jerusalén celeste. En el mismo puede leerse un texto latino, “IPSA CONTERET CAPUT TUUM” (“Ella te aplastará la cabeza”). El escudo podria datarse hacia 1600-1615, ubicándose en el círculo de Sebastián de Solís. Esta restauración ha permitido rescatar una obra que permanecía olvidada y que desde hoy ocupa un lugar destacado en el templo, como emblema representativo del mismo.
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El Restaurador Nestor Prieto Jimenez nos informó con todo detalle:
El escudo está realizado en
madera tallada y policromada con unos volúmenes que van desde el bajo al
altorrelieve, y unas dimensiones de 220 x 150 x 15 cm . Su embón está
constituido por cuatro bloques de madera ensamblados mediante dobles colas de
milano, tanto en el anverso como reverso, así como por dos grandes travesaños
en la parte posterior.
1-ESTADO DE CONSERVACIÓN: Los
movimientos naturales de la madera han favorecido la aparición de grietas y
desprendimiento de los sistemas de ensamblaje, contribuyendo al grave
debilitamiento de la estructura. Al profundo deterioro del soporte hay que unir
los serios problemas de adherencia de la capa de preparación, dorado y
policromía, responsable del elevado porcentaje de lagunas que recorría toda la
superficie, con especial incidencia en la mitad superior, posiblemente por su
contacto con humedad. A todo ello había que sumar importantes acumulaciones de
suciedad superficial tanto en el anverso como en el reverso de la obra.
2- RESTAURACIÓN: En un primer
momento se optó por seguir los principios de la mínima intervención. Junto a la
fijación de los estratos de preparación, dorado y policromía se procedió a la
limpieza físico-mecánica de toda la superficie. El resultado no fue el
esperado, las lagunas eran muy numerosas, por lo que se decidió acometer una
intervención más profunda con la reintegración total de la obra. Tras la
fijación de las capas de dorado y policromía, se llevó a cabo el estucado y
nivelado de lagunas. En las zonas doradas se aplicaron láminas de oro con la
técnica “al agua”, y en las policromadas acuarela y pigmentos al barniz. La
madera del reverso ha sido receptora de un tratamiento preventivo antixilófagos
y el anverso de una capa de protección.
3. ESTADO FINAL: El proceso de
restauración ha sido llevado a cabo bajo los criterios actuales de
reversibilidad, inocuidad y diferenciación con respecto a los materiales
constitutivos de la obra. La intervención ha permitido rescatar una obra que
permanecía olvidada y que desde hoy ocupa un lugar destacado en el templo como
emblema representativo del mismo.
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