
“Se producían problemas de ralentización del tráfico, a lo que se unía el riesgo de nuevos hundimientos o el desplazamiento de la calzada”, ha explicado Valdivielso, que ha valorado que con la actuación realizada por la Junta con un presupuesto cercano a los 62.000 euros, se ha reforzado la seguridad de la vía, al mismo tiempo que se ha favorecido una mejor fluidez en el tránsito de vehículos.
En concreto, la intervención ha consistido en devolver la cohesión al material que sirve de capa base para el firme mediante el inyectado del material portante, encauzar las aguas pluviales con el reasfaltado con pendiente hacia los imbornales existentes e instalar sistemas de drenaje para la evacuación de aguas. Asimismo, se ha complementado la actuación con la reposición del acerado, el aglomerado del tramo afectado y el llagueado de las juntas de la mampostería del muro.
Mejora seguridad vial antigua C-323
Valdivielso ha conocido otra intervención en la comarca cazorleña, concretamente, en la antigua C-323, que une Santo Tomé con Arroturas, que da acceso a numerosas fincas de la zona. Los trabajos, a los que la Delegación de Fomento ha destinado 21.000 euros, han servido para mejorar la seguridad vial de esta carretera, que se encontraba cortada en el cruce con la Rambla de Toribio obligando a los conductores a tomar el acceso a Arroturas por Mogón para llegar a sus explotaciones en el noreste del municipio tomeseño.
La actuación, que también ha visitado el alcalde, Francisco Jiménez, ha consistido en la ejecución de un trabajo de drenaje transversal para cruzar el arroyo y dar continuidad a la C-323. Además, se ha construido un muro de escollera aguas abajo para evitar futuras socavaciones. La intervención se ha completado con la reposición del firme mediante una losa de hormigón armado.
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